Buenos días y gracias.
Gracias por la excelente acogida que le habéis dado al autobús de la memoria que hoy despedimos aquí en el Boulevard. Hoy y durante los últimos veinte días, hemos llevado el autobús a Donostia, Orbaizeta, Agoitz, Iruñea, Lesaka, Bera, Altza y Orereta, y ha recibido cientos de visitantes. No sólo eso. Habéis sido decenas las que habéis hecho turnos para mantener abierta la exposición, la habéis amenizado con música o os habéis acercado con hamaiketakos.
Y eso nos alegra muchísimo. Nos alegra, por una sencilla razón. Porque eso demuestra que estamos tejiendo el futuro con un hilo que no cesa. Estamos tejiendo el futuro con un hilo que no cesa, sí. Los años se van, pero somos un hilo que no cesa. El hilo conductor de la memoria. El pueblo de la memoria. Un pueblo que se niega a olvidar lo que nos han hecho. Que hará que salga a la luz todo lo que quieren mantener oculto.
De hecho, para eso hemos hecho todo este recorrido con el autobús. Para mantener viva la verdad sobre Mikel Zabalza, los y las detenidas junto a él Idoia Aierbe, Ion Arretxe, Manolo Bizkai, Aitor Zabalza, Patxi Zabalza, y sobre todas las personas que han sufrido torturas; además de reivindicar-exigir toda la verdad.
Mikel Zabalza murió por las torturas sufridas en el cuartel de Intxaurrondo. Por las torturas provocadas por la Guardia Civil. Esta es una realidad que nadie puede negar y prueba de ello es la condición de víctima reconocida por las principales instituciones de Hego Euskal Herria. Sin embargo, estos reconocimientos institucionales no han hecho aflorar todo el relato: qué ocurrió exactamente, dónde ocurrió, quién lo hizo, cómo lo hicieron… Estas preguntas están aún por responder oficialmente, por eso decimos en voz alta que, 40 años después, es hora de asumir responsabilidades públicas. El Estado español tiene una deuda con este caso, con este pueblo.
La ley anti-terrorista que facilitó y permitió la tortura, la ley franquista de secretos oficiales que ha bloqueado la investigación y la vía judicial, las condecoraciones recibidas por los autores, los elogios a torturadores… La impunidad del Estado español está en la base de los casos de las miles de personas que han sufrido la aplicación de la tortura en Euskal Herria. Por lo tanto, esta no es la última parada.
Nos toca seguir siendo guías de la memoria. Y hoy aquí nos queremos dirigir a las principales instituciones de Euskal Herria, para que sean, al igual que nosotros y nosotras, un acicate. Gobierno y Parlamento de Navarra, Gobierno Vasco y Parlamento, reclamad en representación de este pueblo al Estado español que es el momento de dar pasos.
¡Es hora de acabar con la impunidad!
¡Es hora de conocer toda la verdad!
¡Es hora de reconocer todos los casos de tortura!
Verdad. Justicia. Reparación.
¡Hoy y siempre Mikel gogoan!